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Cómo aprovechar al máximo el material gráfico del restaurante

Dicen que de la vista nace el amor y esto es especialmente cierto en el ámbito gastronómico. Un restaurante no solo es un lugar donde saciar el apetito, también es un lugar de descanso, de reunión con los clientes, con los amigos, la familia… Es donde celebramos ocasiones espaciales o simplemente reservamos un tiempo para nosotros mismos. Esto hace de los restaurantes sitios donde el ambiente y el servicio son especialmente importantes. Todo ello lo saben los restauranteros y por eso ponen gran atención a la decoración que permite que los comensales se sientan cómodos para que permanezcan más tiempo -idealmente consumiendo- e incluso implica posicionarse en un estatus que como es bien sabido conlleva a precios que estén a la altura. Sin embargo, no en pocas ocasiones se descuida la imagen gráfica del mismo, es decir, aquellos elementos de comunicación que forman parte de la atmósfera y también son material de venta. Lo cual no es poca cosa, o acaso la carta en la que se enlistan los platillos ¿es solo un adorno? O ¿puede darse el lujo de ser una lista impresa sin más gracia?

Las manteletas son algo más que papel para proteger las mesas y la tent card puede ser un poderoso recurso para llamar la atención sobre un producto selecto. Sin duda, son materiales de venta y algo más. Los grandes restaurantes ponen mucha atención en estos detalles, en sus gráficos nada es fortuito.

Aquí te dejo unas líneas para que todo ese material que sí o sí tienes que usar, se aproveche al máximo:

Uso de fotografías apetitosas: Para despertar el apetito, las fotografías con sus colores, texturas y combinaciones de ingredientes, nos hacen evocar sabores y olores, siempre y cuando estén tomadas correctamente, de otra forma pueden ser desastrosas.

Resaltar los platillos más redituables: Las fotografías también llaman la atención y con ello influyen en la decisión del comensal. Así, si en el menú hay platillos que conviene promover por ser la oferta estrella o por su jugosa utilidad es recomendable incluir fotos de los mismos que atraigan la atención y le muestren claramente al comensal el plato que recibirá.

Información suficiente y ordenada: El orden y las jerarquías, además de información suficiente facilitan al cliente la toma de decisión y agilizan la labor del mesero, al que en muchas ocasiones se le pide asesoría. Si se trata de comida rápida un menú claro y bien organizado, le permite a los clientes seleccionar y solicitar su comida sin complicaciones.

Imprimirles identidad: El diseño de los gráficos forma parte de la personalidad o atmósfera del lugar, los hay muy creativos para aquellos sitios donde ser reúne la familia, restaurantes temáticos o más elegantes para juntas de ejecutivos. Todo depende de la oferta del restaurante, esto ayudará a hacerlo memorable.

Llamar la atención sobre las promociones en turno: Las ofertas o promociones planeadas para sacarles provecho deben estar en el centro de la mesa y despertar la tentación para lograr seducir al comensal.

Usar el material con fines estratégicos: Una manteleta bien aprovechada puede servir para promover un producto en especial, para mantener al cliente entretenido -especialmente los pequeños- o para reforzar la imagen de marca, siendo atractiva y memorable, dejando su importa en la mente del cliente. Recordemos que cada elemento forma parte de la experiencia que recordarán los clientes.

Llevar la marca allende el local: Otros recursos que se pueden aprovechar y llegar más allá del local son los vasos, servilletas, recipientes para llevar la comida, bolsas, en los que viaja la marca y acompaña al cliente, reforzando su imagen. Estos pueden ser muy sencillos o aprovecharlos creativamente para llamar la atención y ser agradables a los clientes.

Así como la consistencia de una sopa es importante para que sea deliciosa, los materiales que se usen para los recursos gráficos son relevantes, por un lado para ser agradable al taco y a la vista, y por otro para ser resistentes o incuso hablar de la marca y su oferta gastronómica, diferenciándola de la competencia ya que le confieren un estilo especial.

Para que todos estos materiales se aprovechen al máximo, le recomendamos llevar a cabo las siguientes acciones previamente.

  1. Definir la oferta gastronómica, aquello que caracteriza a los platillos y que será la oferta de valor. Aunado a ello pensar en la atmósfera que la decoración va a imprimir al local, esta será diferente si se trata de comida mexicana o de comida asiática.
  2. Organizar su oferta en el menú. ¿Qué platillos caracterizan al restaurante? Los más sabrosos, los que más recomienda y pide la gente, los que dejan mejor utilidad. Depurar y sacar aquellos que no estén trayendo beneficios será una buena práctica.
  3. Agregar la información necesaria para el comensal sin que sea excesiva. Detallar precios, guarniciones incluidas, gramajes, pies de foto, etc.
  4. Planificar las promociones que se ofrecerán de acuerdo a una estrategia determinada, aprovechando las fechas especiales y la estacionalidad.
  5. Establecer el presupuesto que se destinará al diseño o rediseño de la imagen del restaurante.

 

Por último, aunque quizá lo más importante, mantener la atención en las necesidades y deseos de los clientes para ofrecerles una experiencia completa y única que consienta cada uno de sus sentidos es indispensable para lograr que regresen con frecuencia y recomienden el lugar.

Integrando todo esto, será capaz de incrementar sus ventas u orientarlas hacia un mejor aprovechamiento de sus recursos, sin duda le aportará mayor formalidad y agilizará el trabajo de los camareros.

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